Queridos amigos y amigas:

Ojalá que, a lo largo de estos meses de verano, con mucho calor, todos
hayamos podido disfrutar de unos días de descanso, de convivencia familiar
intensa, de encuentro con los amigos, de vuelta a las raíces. Que haya sido
tiempo oportuno para recuperar fuerzas con las que comenzar el nuevo curso
con entusiasmo, ilusión y alegría.
Seguro que nos hemos echado en falta o, como dirían otros
hispanohablantes, extrañado; pues bien, aquí estamos, de nuevo, dispuestos a
disfrutar de la oportunidad que tenemos por delante para crecer y mejorar
como personas, como miembros de esta comunidad y como parte de una
sociedad que necesita de cada uno de nosotros, para no estancarse en la
monotonía, la indiferencia y la frustración. Bienvenidos y bienvenidas a la senda
de la esperanza.
En palabras del Papa Francisco, te invito a soñar, a que no tengas miedo a
soñar. Sueña con un mundo que todavía no se ve pero que ciertamente vendrá.
La esperanza nos lleva a creer en la existencia de una creación que se extiende
hasta el cumplimiento definitivo, cuando Dios sea todo en todos. Vive, ama,
cree, sueña, trabaja tus sueños y no desesperes nunca. Las personas capaces de
soñar han hecho a la humanidad grandes regalos; también el regalo de la paz.
Como cada comienzo de curso, te presentamos el calendario con los
horarios, las celebraciones y las actividades a desarrollar, con el fin de que nos
ayuden a dar sentido a nuestro vivir personal y comunitario en el día a día.
Este curso pondremos mayor esfuerzo en dos aspectos:
1.- Ser una parroquia como lugar de encuentro y acogida, lugar donde
quepamos todos, con nuestras situaciones personales y familiares, las
distintas procedencias, la diversidad cultural, diferentes creencias, etc., que
no entorpecen, sino que enriquecen y complementan.
2.- Trabajar por la paz en todos los campos y aspectos. No podemos caer en
la indiferencia o en el lamento inútil, ante tanta violencia, tanta agresividad y
los desastres de la guerra, en tantos lugares del mundo. Debemos ser
constructores de la paz, siempre y en todos los ámbitos de la vida personal,
familiar, comunitario, social, etc. Como primer paso, los cuartos martes de
cada mes a partir de octubre, la oración comunitaria será una vigilia de
oración por la PAZ en cualesquiera de los campos, preparada por alguno de
los grupos parroquiales.
Aprovecha los medios que te ofrece esa comunidad y siéntete parte activa
de la misma.
Recibid un cordial saludo y a caminar en esperanza.

Quienquiera que seas,
que te has acercado a esta comunidad,
quienquiera que seas DIOS TE ACOGE
con tus alegrías y tus penas,
tus éxitos y tus fracasos,
con tus esperanzas y tus decepciones…
¡SÉ BIENVENIDO!
Otras muchas personas acuden también a esta comunidad:
Si eres creyente, ora;
si buscas, reflexiona;
si dudas, pide luz´;
si sufres pide fuerza;
si estás alegre, da gracias;
y ¡ojalá puedas estar siempre alegre!
En esta comunidad
también podrás encontrar hermanos y hermanas,
que quieren que te sientas acogido/a.
¡Que el paso por esta comunidad
caliente tu corazón y alegre tus ojos!
Quienquiera que seas, Dios te acoge
¡Acógele también tú a Él!