Vivir es convivir. El deseo de Jesús fue crear comunidad, convivencia, fraternidad, que nadie quede descartado. Una parroquia-comunidad es mucho más que un sistema democrático, “hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros” (Libro de los Hechos). Cada miembro de la comunidad tiene su espacio y su función, siempre buscando el bien de todos.

En la parroquia, como forma práctica de participación y decisión, existe un CONSEJO PASTORAL y UN CONSEJO ECONÓMICO:

  • El Consejo Pastoral está formado por un representante de cada grupo, elegido por sus miembros, para un periodo de cuatro años. Su función es coordinar, dinamizar y evaluar la Pastoral de la Parroquia. Reflexionar sobre las cuestiones que se van planteando en el día a día de la vida comunitaria, con el fin de darles la respuesta pastoral más adecuada. Preparar la Asamblea Parroquial de principio de curso, en la que se concretan las líneas pastorales a seguir durante el año.
  • El Consejo Económico lleva la administración y el control de gastos e ingresos. Da cuenta de ello a la propia comunidad y al Obispado, para presentar las cuentas ante el Ministerio de Hacienda, cumpliendo con las obligaciones fiscales.