Domingo IV de Pascua ciclo C
Ambientación inicial:
Hoy celebramos el domingo del Buen Pastor, un día en el que Jesús se nos revela como ese Pastor, que lleno de amor y ternura, nos acompaña en nuestro caminar. Nos invita a caminar con Él. Es un Pastor cercano, que entiende nuestra fragilidad y nos toma de la mano con infinita paciencia. Y, no sólo nos guía, sino que abre caminos nuevos, caminos de vida y salvación, especialmente para aquellos que más lo necesitan. Además, hoy, celebramos la jornada de Oración por las Vocaciones. Bienvenidos.
Rito del perdón:
- Por las veces que no escuchamos tu voz ni somos dóciles a ella. Señor, ten piedad.
- Por las veces que no sabemos reconocer tu presencia en los demás. Cristo, ten piedad.
- Por las veces que nos olvidamos de seguir tu ejemplo y no cuidamos a quienes más nos necesitan. Señor, ten piedad.
Ambientación a la Palabra:
La primera lectura nos sitúa ante el momento crucial en que Pablo, ante el rechazo de los judíos de la Buena Noticia del evangelio, decide dedicarse a la evangelización de los gentiles. El evangelio nos recuerda que, escuchando al único Maestro y Pastor de la Iglesia, Cristo Jesús, es como se disipan las tensiones.
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
EN aquellos días, Pablo y Bernabé continuaron desde Perge y llegaron a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento.
Muchos judíos y prosélitos adoradores de Dios siguieron a Pablo y Bernabé, que hablaban con ellos exhortándolos a perseverar fieles a la gracia de Dios.
El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra del Señor. Al ver el gentío, los judíos se llenaron de envidia y respondían con blasfemias a las palabras de Pablo.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron con toda valentía:
«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: «Yo te he puesto como luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el confín de la tierra»».
Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y creyeron los que estaban destinados a la vida eterna.
La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas, adorado-ras de Dios, y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron de su territorio.
Nosotros somos tu pueblo y ovejas de su rebaño
Aclama al Señor tierra entera,
servir al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R/
Sabed que el Señor es Dios:
que él no hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.
El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades. R/.
Lectura del libro del Apocalipsis.
Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.
Y uno de los ancianos me dijo:
«Estos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero.
Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo.
El que se sienta en el trono acampará entre ellos.
Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono los conducirá hacia fuentes de aguas vivas.
Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos».
Lectura del santo Evangelio según san Juan
En aquel tiempo, dijo Jesús:
«Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.
Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».
Oración de los fieles:
- Por la Iglesia, rebaño querido por Jesús, para que nos dejemos conducir por el Buen Pastor, escuchando y obedeciendo su Palabra. Roguemos al Señor.
- Por todas las comunidades cristianas, para que experimenten con la fuerza pascual los dones del Buen Pastor. Roguemos al Señor.
- Por quienes gobiernan las naciones, para que sirvan a sus conciudadanos desde la honradez y la sinceridad. Roguemos al Señor
- Por todas las personas alejadas de la fe, para que se encuentren con verdaderos transmisores del amor universal de Dios y puedan encontrarse con Él. Roguemos al Señor.
- Por los pueblos que sufren guerras y violencia, pobreza y penalidades, injusticias y opresión, para que vean crecer en su seno el anhelo y compromiso por la paz, la justicia y la dignidad. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros, para que, siguiendo a Jesús, Buen Pastor, Dios nos conserve en el rebaño de su Hijo. Roguemos al Señor.
Oración después de la comunión:
¡Señor Jesús, Buen Pastor!
Danos personas buenas
en las que podamos confiar.
Danos, Señor, políticos honestos,
de manos limpias y corazón sincero,
que busquen de verdad el bien de todos
y cumplan las cosas buenas que prometen.
Danos, Señor, empresarios honrados
que amen a las personas más que a su dinero
y que, si crean riquezas y proporcionan trabajo
no lo hagan como quien hace una limosna.
Danos, Señor, trabajadores cumplidores
que exijan sus derechos sin violencia
y encuentren un trabajo que pueda humanizarles.
Danos, Señor, consumidores sensatos,
que acomoden sus compras a lo que necesitan
sin dejarse llevar del consumismo salvaje.
Danos, Señor, personas buenas
y buenos pastores en los que poder confiar.