NOCHEBUENA 24 DE DICIEMBRE
Pregón de Navidad
El pueblo caminaba en tinieblas….
Las tinieblas de la oscuridad.
Las tinieblas del miedo que nos envuelve.
Las tinieblas de no encontrar el camino.
Las tinieblas de caminar dando bandazos.
Las tinieblas de la superficialidad.
Las tinieblas de vivir encerrados en el egoísmo
Las tinieblas que desvirtúan el verdadero sentido de la Navidad.
….y vio una gran luz:
Habían pasado miles y miles de años
desde que, al principio, Dios creó el cielo y la tierra
e hizo al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza.
Miles y miles de años habían transcurrido
desde que cesó el diluvio
y el Altísimo hizo resplandecer el arco-iris,
signo de alianza y de paz.
En el 752 de la fundación de Roma,
durante la olimpiada 94,
en el año 42 del imperio de Octavio Augusto,
mientras en toda la tierra reinaba la paz,
en la sexta edad del mundo,
hace más de dos mil años,
en Belén de Judá, pueblo humilde de Israel,
ocupado entonces por los romanos,
en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada,
de Santa María Virgen, esposa de José,
de la casa y familia de David,
nació Jesús, llamado Mesías y Cristo,
el Salvador que el pueblo esperaba.
Hermanos y hermanas, alegraos.
Esta es la buena noticia del ángel:
“Os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor”.
¡Estáis invitados a la fiesta!
Saludo del sacerdote
Rito del perdón:
Deseemos que Jesús, la luz nacida en Belén, brille en nosotros y en nuestro mundo:
- Por la noche de la guerra y de todas las violencias. Señor, te piedad.
- Por la noche de la desigualdad, de la indiferencia y de la insolidaridad. Cristo, ten piedad.
- Por la noche del afán de poder, de tener, de vivir en la vanidad. Señor, ten piedad.
Ambientación a la Palabra:
Primera Lectura: Escuchamos, en la voz del profeta Isaías, el fin de la dominación enemiga gracias al nacimiento del príncipe de la paz. Nos presenta al Mesías de Dios perteneciente a la casa de David; cuya misión es la de traer la paz, el derecho y la justicia.
Segunda Lectura: San Pablo nos anuncia que, en Jesús, Dios nos ha dado la salvación universal. Nosotros seremos testigos, no sólo de palabra, sino en nuestro vivir diario, de que Dios ha querido dársenos.
Evangelio: En el Evangelio, san Lucas, nos acerca la increíble humildad de este Príncipe de la Paz, salvación para toda la humanidad. Por eso, el salmo es una invitación a la alegría.
Se hace la procesión con la imagen del Niño, acompañado por el farol; al llegar al presbiterio, elevando la imagen, se dice: PALABRA DEL SEÑOR y se pone en la cuna. Se encienden todas las luces.
Bendición de las imágenes:
Oh Dios, Padre Santo, que has amado tanto al mundo, que le has enviado a tu Hijo Unigénito.
Dígnate bendecir estas imágenes que serán la alegría de nuestra comunidad y de nuestras familias. Que sostengan la fe los padres y de los adultos, reaviven la esperanza de los niños y aumente en todos el amor. Te los pedimos por Jesús, tu Hijo amado, que nos ha salvado con su muerte y su resurrección y que siempre ruega por nosotros delante de ti. Amén.
Homilía
Credo: Después de decir: Se encarnó de María Virgen y se hizo hombre, paramos y hacemos procesión ante la imagen del Niño, haciendo una simple inclinación de cabeza. Después se continúa con el Credo.
Oración de los fieles, respondemos: “Padre, ayúdanos a acoger a Jesús”
- Pedimos por el Papa y por nuestros obispos, para que les concedas la sabiduría compasiva del Espíritu de Jesús en su servicio a la comunión eclesial. Oremos.
- Pedimos por los responsables de los pueblos, para que les des un corazón de carne y gobiernen a la ciudadanía de tal manera que disminuya el número de los descartados y excluidos. Oremos.
- Oremos por todos los creyentes en Jesús, para que no olvidemos que el Reino aparecido en el Niño de Belén no se hace realidad desde el poder, sino desde la sencillez de una vida solidaria. Oremos.
- Por los que esta noche y, tantas otras a lo largo del año, la han pasado en soledad, para que encuentren en Belén y en los cristianos toda la ternura y acogida que les debemos. Oremos.
- Oremos por los que como Jesús no tienen sitio en la posada de la vida: migrantes, refugiados, personas sin hogar. Oremos.
- Pedimos por la paz. Son muchos los pueblos que sufren la locura siempre injusta de la guerra. Oremos por todas las víctimas y seamos constructores de paz con el Príncipe de la PAZ. Oremos.
- Pedimos por todos los grupos de la Parroquia y cada uno de sus miembros, para que pongan su tiempo y sus carismas al servicio de la comunidad. Oremos.
Ofertorio: Vela, Biblia, Alimentos, Pan y Vino
Después de la comunión
Señor, Tú eres un regalo para la humanidad,
una sorpresa para el rutinario,
una novedad para el que está triste,
una caricia para el que sufre,
una sonrisa para el que está solo,
una mano tendida para el que necesita algo,
un rato de familia para cada casa,
un abrazo para el que le falta el amor,
un amigo para el que necesita charlar un rato,
una escucha para el que quiere desahogarse,
una ilusión para el que se siente decepcionado,
una misión para el que le importa el mundo.
Tú llegas a este mundo para invitarnos
a ser tu presencia, a actuar como Tú,
a ser un regalo,
a llenar el mundo de detalles,
a continuar la construcción de tu Reino,
a llenar la vida de tu fiesta y de tu amor,
a llenar el mundo de ternura y de amor.