FESTIVIDAD DE LA SAGRADA FAMILIA -2024
Bienvenidos a la celebración de la eucaristía en este domingo que celebramos al núcleo familiar que cuidó y fortaleció la vida de Jesús de Nazaret, la Sagrada familia; el ámbito familiar es el ámbito natural donde nos desarrollamos y nos vamos configurando como personas. Por eso, se convierte en un ámbito sagrado, porque todo lo referido al cuidado y fortalecimiento de las personas nos remite a Dios creador y cuidador. Miramos con agradecimiento y cariño a José, a María y a su hijo Jesús, y les pedimos que nos enseñen a amar y cuidar como ellos lo hicieron.
Rito del perdón:
- Tú, que hiciste el mundo con cariño y cuidado. Señor, ten piedad.
- Tú, que creciste acompañado y querido por tus padres. Cristo, ten piedad.
- Tú, que nos enseñas que en la debilidadestá la fortaleza. Señor, ten piedad.
Ambientación a la Palabra:
Todos estamos llamados a vivir la experiencia del amor incondicional. El apóstol Pablo nos presenta cuáles han de ser las actitudes de los elegidos de Dios que confluyen en el amor, ceñidor de la unidad consumada. Esa unión se tiene que manifestar en la familia donde la primera lectura prioriza el amor y la honra de los hijos hacia los padres.
Renovación de las promesas:
Sacerdote: ¿Os comprometéis a hacer de vuestro hogar un espacio de amor, entrega y generosidad?
Todos: Sí, nos comprometemos.
Sacerdote: ¿Estáis dispuestos a ayudaros, mutuamente, a crecer cada día como personas y como creyentes?
Todos: Sí, estamos dispuestos.
Sacerdote: ¿Os comprometéis a abrir vuestra casa a la realidad social y eclesial para colaborar en su mejora y transformación?
Todos: Sí, nos comprometemos.
Sacerdote: Que el Señor os guarde, os proteja y derrame copiosamente sus bendiciones sobre vuestras familias.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Lectura del libro del Eclesiástico
El Señor honra más al padre que a los hijos
y afirma el derecho de la madre sobre ellos.
Quien honra a su padre expía sus pecados,
y quien respeta a su madre es como quien acumula tesoros.
Quien honra a su padre se alegrará de sus hijos
y cuando rece, será escuchado.
Quien respeta a su padre tendrá larga vida
y quien honra a su madre obedece al Señor.
Hijo, cuida de tu padre en su vejez
y durante su vida no le causes tristeza.
Aunque pierda el juicio, sé indulgente con él
y no lo desprecies aun estando tú en pleno vigor.
Porque la compasión hacia el padre no será olvidada
y te servirá para reparar tus pecados.
R/. Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.
Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.
Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R/.
Esta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sion,
todos los días de tu vida. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses.
Hermanos:
Como elegidos de Dios, santos y amados, y revestidos de la compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga quejas contra otro.
El señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el vínculo de la unidad perfecta.
Que la paz de Cristo reine en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados en un solo cuerpo.
Sed también agradecidos. La Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente.
Cantad a Dios, dando gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de Pascua.
Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.
Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó:
«¿Por qué me buscabais? ¿no sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.
Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.
Oración de los fieles, respondemos: “HÁGASE TU VOLUNTAD”
- Por la familia en la que hemos nacido, donde hemos crecido a la vida y a la fe. Oremos.
- Por la familia que hemos creado, para que nunca falte el diálogo, el respeto y el amor. Oremos.
- Por las familias rotas por el desamor o la violencia. Para que el amor que un día les unió pueda renacer y cree relaciones de entrega y fidelidad. Oremos.
- Por las familias que sufren el abandono, la enfermedad y la falta de recursos, para que encuentren los medios necesarios para salir adelante. Oremos.
- Te pedimos para que en todo el mundo se fomente el crecimiento de las familias, se hagan políticas de conciliación familiar y todos tengan derecho a formar familias vivas y unidas. Oremos.
Después de la comunión:
Oración a la sagrada familia:
Jesús, María y José
en vosotros contemplamos
el esplendor del verdadero amor,
a vosotros, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret,
haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración,
auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret,
que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado
sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret,
haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia,
de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José,
escuchad, acoged nuestra súplica. Amén.
Papa Francisco