Domingo XXX T.O. Ciclo A
Ambientación inicial:
Nuestra celebración de hoy tiene una palabra hebrea que se repite: “Shemá”, que se traduce por una exhortación: “¡escucha!”. Si Dios habla, hemos de escucharlo. Si tenemos un corazón acogedor, dejaremos que la Palabra de Dios entre hasta lo más profundo de nuestra vida y la vaya transformando. No tengamos miedo ni pongamos reparos a lo que Dios nos quiere decir. Esta mañana nos dice que tengamos presentes y nos solidaricemos con los que viven en la calle por carecer de vivienda.
Rito del perdón:
- Porque nos cuesta escuchar tus palabras cercanas. Señor, ten piedad.
- Porque nos cuesta abrirnos a tu misterio de amor. Cristo, ten piedad.
- Porque nos cuesta dejarnos interpelar por ti. Señor, ten piedad.
Ambientación a la Palabra:
La fe cristiana une a Dios con la vida y la vida con Dios. Los cristianos de Tesalónica están dando los primeros pasos balbuceantes en su camino de fe. Una fe que tiene su raíz en la atención a los más pobres (como recuerda Éxodo), y que une el amor a Dios y a los hombres, como recuerda el evangelio.
Lectura del libro del Éxodo
Esto dice el Señor:
«No maltratarás ni oprimirás al emigrante, pues emigrante fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
No explotarás a viudas ni a huérfanos. Si lo explotas y gritan a mí, yo escucharé su clamor, se encenderá mi ira y os mataré a espada; vuestras mujeres quedarán viudas y vuestros hijos huérfanos.
Si prestas dinero a alguien de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero cargándole intereses.
Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si grita a mí, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo».
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R/.
Dios mío, peña mía, refugio mío,
escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos. R/.
Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador:
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu ungido. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses.
Hermanos:
Sabéis cómo nos comportamos entre vosotros para vuestro bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la Palabra en medio de una gran tribulación, con la alegría del Espíritu Santo. Así llegasteis a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya.
No solo ha resonado la palabra del Señor en Macedonia y en Acaya desde vuestra comunidad, sino que además vuestra fe en Dios se ha difundido por doquier, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismo cuentan los detalles de la visita que os hicimos: cómo os convertisteis a Dios, abandonando los ídolos, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿Cuál es el mandamiento principal de la ley?».
Él le dijo:
«“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”.
Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él:
“Amarás a tu prójimo como tú mismo” En estos dos mandamientos se sostienen toda la ley y los profetas».
Oración de los fieles, respondemos: “Ayúdanos, Señor, a vivir un solo amor”
- Por la Iglesia, extendida por toda la tierra, para que haga suyos los clamores de toda la humanidad, especialmente de los más pobres y débiles, Oremos.
- Por todos los cristianos, para que sepamos integrar el amor a Dios y el amor al prójimo en nuestra vida. Oremos.
- Por todos los que trabajan por la justicia y la paz; para que busquen caminos de convivencia y de dignidad para la gran familia humana. Oremos.
- Por los que viven sin esperanza, cansados y agobiados. Oremos.
- Por los que carecen de un hogar y de referencias familiares y sociales, para que cese la especulación de las viviendas y todo el mundo pueda disfrutar de sus derechos esenciales. Oremos.
- Pedimos para llegue la paz en todos los lugares del mundo, evitando el drama del dolor y de la muerte de tantos inocentes. Oremos.
- Por nuestra comunidad, para que el lema de este año y las conclusiones de la Asamblea Parroquial las hagamos realidad y vida y no queden en simples deseos. Oremos.
Oración después de la comunión:
Señor, penetra en la inteligencia
de quienes tienen la misión de servir
para que en ellos reine el amor
y el amor entregado.
Dales los dones de sabiduría y consejo,
para que, destruido el espíritu del error y de la discordia,
se empeñen en crear y mantener
el orden, la justicia y la paz.
Sé Tú, Espíritu Santo, el indisoluble vínculo
que una a Ti y a todos los pueblos de la tierra.
Concédenos la gracia de triunfar
sobre la desunión y la discordia
para que todos vivamos para servir
a Dios y a nuestros hermanos
en un estrecho abrazo de caridad. Amén.