Domingo III del Tiempo Ordinario ciclo B

Ambientación inicial:

Hermanos: Hoy celebramos el domingo de la Palabra de Dios, corazón y vida de la Iglesia. La Palabra de Dios nos interpela cuando la escuchamos con atención. Estamos en un momento oportuno para darle un cambio a nuestra vida, para revivir nuestra llamada y el deseo de profundizar en lo que el Señor quiere de cada uno de nosotros. Las lecturas nos guían y muestran el camino que nos lleva al encuentro con el Señor.

Rito del perdón:

  • Tú, que nos enseñas a caminar con lealtad. Señor, ten piedad.
  • Tú, que nos muestras que tu misericordia y ternura son eternas. Cristo, ten piedad.
  • Tú, que haces caminar a los humildes con rectitud. Señor, ten piedad.

Ambientación a la Palabra:

La escucha de la Palabra de Dios es esencial la eucaristía. Juntos, sintiéndonos comunidad, escuchamos y acogemos el mensaje de vida que nos ilumina y nos ayuda a vivir. Hoy, domingo de la Palabra, escucharemos la llamada de Jesús a los suyos, su invitación a la conversión y su deseo de que vivamos unidos plenamente a Él.

Lectura de la profecía de Jonás.

EL Señor dirigió la palabra a Jonás:
«Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré».
Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa; hacían falta tres días para recorrerla. Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando:
«Dentro de cuarenta días, Nínive será arrasada».
Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor.
Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determina- do enviarles. Así que no la ejecutó.

R/.      Enséñame, Señor tus caminos

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.

Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R/.

El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

DIGO esto, hermanos, que el momento es apremiante. D Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina.

Lectura del santo Evangelio según san Marcos.

DESPUÉS de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía:
«Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio».
Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores.
Jesús les dijo:
«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes.
A continuación, los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.

Oración de los fieles, respondemos: ¡Llénanos de tu amor!

  • Dios del amor, con todo nuestro corazón, te pedimos, para que todas las personas puedan conocer tu misericordia ilimitada. Oremos.
  • Unimos nuestra oración a la de Jesús, que pidió la unidad de todos sus discípulos, para que podamos trabajar juntos por el Reino de Dios y el anuncio de la Buena Noticia de la Salvación. Oremos.
  • Nuestro mundo está dividido y roto, te pedimos que nos reúnas en un solo redil, para que el mundo crea que Tú eres el Enviado. Oremos.
  • Nuestro mundo está marcado por el terror y la violencia. Millones de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares en busca de refugio y seguridad, concédenos la gracia de acoger al extranjero, curar sus heridas y solidarizarnos con él. Oremos.
  • Nuestra debilidad y nuestros miedos nos alejan de aquellos que necesitan nuestra ayuda, abre nuestros corazones para experimentar tu amor, y así podamos amarte más y amar al prójimo como a nosotros mismos. Oremos.

Oración después de la comunión

No las palabras vacías, engañosas;
las que envenenan, o las que envuelven.
No las disfrazadas ni las malintencionadas.
Tampoco las lisonjeras, los falsos halagos
ni las vanas promesas.
No a la mentira a la carta, el “sí” que es un no,
o el “te quiero” sin ganas.
Sí la Palabra de carne y de vida,
de sangre latiendo con fuerza, `
por las venas del mundo.
Palabra hacha gesto, hecha obra,
hecha entraña Palabra de Dios,
convertida, en nosotros,
en eco que retumba en cada rincón de la tierra.
Palabra crucificada por alzarse contra lo injusto,
lo abusivo, lo indigno.
Palabra eterna, por amor, resucitada.