Domingo XXIX T.O. Ciclo A

Ambientación inicial

Celebramos el Domingo Mundial de la Propagación de la Fe, Jornada Mundial de las Misiones. El mismo Jesús, el Señor, nos invita a ponernos en camino y salir de nuestros acomodos hacia aquellos que aún no conocen la Buena Noticia del amor de Dios. Que esta eucaristía y las que celebramos cada domingo hagan arder nuestros corazones en este amor, para anunciarlo allí donde estemos.

Rito del perdón:
  • Por avergonzarnos de nuestra fe y no ser testigos alegres de Jesús, Señor, ten piedad.
  • Por olvidar que Dios nos ha elegido y enviado a la misión. Cristo, ten piedad.
  • Por vivir nuestra vida como si Dios no existiese. Señor, ten piedad.
Ambientación a la Palabra:

La primera lectura afirma con rotundidad el monoteísmo, los ídolos no son nada, aunque durante mucho tiempo hayan sido adorados. San Pablo en la segunda lectura, nos invita a dar gracias a Dios por la misión que nos ha encomendado y por los misioneros. En el evangelio, frete a la justicia y normatividad de los hombres, Jesús establece la justicia de Dios. Dar a Dios lo que es de Dios. Y la gloria de Dios es la vida de los hombres.

Lectura del libro de Isaías

Esto dice el Señor a su Ungido, a Ciro:
«Yo lo he tomado de la mano,
para doblegar ante él las naciones
y desarmar a los reyes,
para abrir ante él las puertas,
para que los portales no se cierren.
Por mi siervo Jacob,
por mi escogido Israel,
te llamé por tu nombre,
te di un título de honor,
aunque no me conocías.
Yo soy el Señor y no hay otro;
fuera de mí no hay dios.
Te pongo un cinturón,
aunque no me conoces,
para que sepan de Oriente a Occidente
que no hay otro fuera de mí.
Yo soy el Señor y no hay otro».

Aclamad la gloria y el poder del Señor

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.

Porque es grande el Señor,
y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles no son nada,
mientras que el Señor ha hecho el cielo. R/.

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor;
aclamad la gloria del nombre del Señor,
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. R/.

Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra entera.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey;
él gobierna a los pueblos rectamente». R/

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses.

Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz.
En todo momento damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones, pues sin cesar recordamos ante Dios, nuestro Padre, la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor la firmeza de vuestra esperanza en Jesucristo nuestro Señor.
Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido, pues cuando os anuncié nuestro evangelio, no fue solo de palabra, sino también con la fuerza del Espíritu Santo y con plena convicción.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta.
Le enviaron algunos discípulos suyos, con unos herodianos, y le dijeron:
«Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad, sin que te importe nadie, porque no te finas en apariencias. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?».
Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús:
«Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto».
Le presentaron un denario. Él les preguntó:
«¿De quién son esta imagen y esta inscripción?».
Le respondieron:
«Del César».
Entonces les replicó:
«Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios».

Oración de los fieles:

  • Por la Iglesia, fuente y fruto del anuncio del Evangelio, para que la Buena Noticia del amor de Dios llene de esperanza a todos. Roguemos al Señor.
  • Por el papa Francisco, por todos los obispos y pastores, por todos los evangelizadores y misioneros, para que, llenos de la misericordia de Dios, trabajen incansablemente para que se haga realidad el Reino de Cristo. Roguemos al Señor.
  • Por todos los responsables de la política y del gobierno de los pueblos, para que abran su corazón a la Verdad, respeten la libertad religiosa y trabajen con solicitud por los más pobres. Roguemos al Señor.
  • Por los misioneros que viven en medio de dificultades, por los que se sienten cansados y desalentados, para que nuestra oración y nuestra ayuda material sea un remedio que les fortalezca. Roguemos al Señor.
  • Por quienes aún no conocen a Jesucristo, para que cuenten con los testigos que abran sus ojos y sus vidas a la fe. Roguemos al Señor.

Oración después de la comunión (todos juntos)

Señor, en este mundo
de corazones apagados,
ojos que se cierran
y pies que se arrastran,
¡enciende,
abre,
mueve nuestra vida!
Prende una vez más
tu llama en nuestro corazón,
lava y despega nuestros ojos,
haz que el mundo se quede pequeño
bajo nuestros pies.
Vuelve a salir a nuestro encuentro,
para que, contigo y por tu amor,
seamos misión que
encienda,
abra,
mueva
la vida de los demás,
como Tú haces con la nuestra.
Amén.