PASCUA DE RESURRECCIÓN -2023-

Pregón Pascual:

Hermanos y hermanas:
¡Cristo ha resucitado y vive para siempre!
¡Alegraos!
¡Y que se alegren con vosotros
las criaturas del cielo y de la tierra!
¡En cristo resucitado renace nuestra esperanza!
¡Anunciemos al mundo tan admirable victoria!
¡Que la noticia llegue a todos los rincones!
¡Que se alegre la Iglesia y todos sus hijos!
¡Que la llama del amor y el calor del Espíritu
ardan en nuestras comunidades de hermanos!
¡Caminemos sin miedo abiertos al futuro!
¡Sentemos a la mesa a los pobres y a cuantos sufren!
¡Que se queden con nosotros!
¡Dios ha puesto todo en nuestras manos!
¡Cristo vive y camina con nosotros,
todos los días hasta el final del mundo!
¡Ha resucitado el Señor, glorioso para siempre!
¡Aleluya!

Rito penitencial:

  • Tú, Padre bueno, que resucitaste a Jesús y nos resucitas a nosotros. Señor, ten piedad.
  • Tú, Jesús, el Cristo que ha vuelto a la vida y nos acompaña siempre. Señor, ten piedad.
  • Tú, aire nuevo de alegría, futuro y esperanza, de perdón y de ánimo. Señor, ten piedad.

Ambientación a la Palabra:

En las lecturas de estos días hay dos constantes: la experiencia de la Resurrección como una liberación de nuestras ataduras interiores, la culpa. Y la necesidad de salir corriendo a anunciarlo a los demás para que experimenten la alegría y la libertad de su significado. Jesús se ha levantado de la muerte y nos hace presente el perdón de Dios para todo el que quiera vivirlo. Somos sus testigos y sus portadores. ¿Vamos a impedir que todos los sepan?

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
«Vosotros conocéis lo que sucedió en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. A este lo mataron, colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió la gracia de manifestarse, no a todo el pueblo, sino a los testigos designados por Dios: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos.
Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. De él dan testimonio todos los profetas: que todos los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados».

R. Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.

Dad gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
Eterna es su misericordia. R.

La diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es excelsa.
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor. R.

La piedra que desecharon los arquitectos,
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente. R.

Carta del apóstol san Pablo a los Colosenses

Hermanos:
Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.
Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él.

Secuencia

Ofrezcan los cristianos
Ofrendas de alabanza
A gloria de la victima
Propicia de la Pascua

Cordero sin pecado
Que a las ovejas salva
A Dios y a los culpables
Unió con nueva alianza

Lucharon vida y muerte
En singular batalla
Y muerto el que es vida
Triunfante se levanta

¿Qué has visto de camino,
María en la mañana?
A mi Señor glorioso
La tumba abandonada.

Los ángeles testigos
Sudarios y mortajas
Resucitó de veras
Mi amor y mi esperanza.

Venid a Galilea
Ahí el Señor aguarda
Ahí veréis los suyos
La Gloria de la Pascua

Primicia de los muertos
Sabemos por tu gracia
Que está el Resucitado
La muerte en ti no manda

Rey vencedor apiádate
De la miseria humana
Y da a tus fieles parte
En tu victoria santa

Lectura del santo evangelio según san Juan

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo a quien Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.
Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

Oración de los fieles, respondemos: “Señor, escúchanos”.

  • Por la Iglesia, para que lo seamos “en salida”, basando nuestro compromiso en el encuentro con Cristo resucitado que nos envía a compartir nuestra alegría. Oremos.
  • Por la humanidad que sufre, para que el Señor Jesús, el Viviente, encienda en ella la esperanza de la liberación de todo mal. Oremos.
  • Por los que gobiernan los países para que lo hagan buscando el bien común y el desarrollo de todos los pueblos. Oremos.
  • Por nuestras comunidades cristinas, para que sean verdaderas fraternidades de acogida, cuidado y comunión para quienes lleguen. Oremos.
  • Por quienes reciben el bautismo en este tiempo, para que sientan el abrazo de Dios Padre y la acogida de nuestras comunidades. Oremos. 
  • Por nosotros, para que este tiempo Pascual nos ayude a renovar nuestro encuentro con Cristo, para que su alegría nos llene y nos haga capaces de transmitir la experiencia pascual a todos los demás. Oremos

Después de la comunión:

Pascua para todos:

Pascua
para los que caminan por este mundo
con libertad, gozo y esperanza; 
para los que sueñan y trabajan
una sociedad más justa y humana.
Pascua también para los que cayeron o se quedaron
a una u otra orilla del camino;
para los que fueron cortados en flor
o no supieron dar fruto compartido.
Pascua
para todos y todas,
pues Tú abrazas,
resucitado, al mundo entero