VIII Domingo del Tiempo Ordinario ciclo C
Ambientación inicial:
Un domingo más nuestra comunidad parroquial se reúne a celebrar la Eucaristía, a partir y compartir el pan de la Palabra y el pan que es carne y sangre del Hijo del Hombre y así, los que compartimos el mismo pan formamos un solo pueblo, animado y conducido por el Espíritu de Dios, que nos distribuye sus carismas para que permanezcamos unidos en el amor a Cristo y en el amor entre nosotros. Bienvenidos.
Rito del perdón:
- Por las veces que estando ciegos nos constituimos en guías de los demás. Señor, ten piedad.
- Por nuestras incoherencias, intentando aparentar lo que no somos. Cristo, ten piedad.
- Porque nuestro corazón no atesora lo que debería. Señor, ten piedad.
Ambientación a la palabra:
La Palabra de Dios nos exhorta a vivir de acuerdo con nuestras convicciones profundas y a manifestar, con nuestras palabras y actitudes, la coherencia entre nuestro pensar y nuestro actuar, de forma que no llevemos una doble vida ni nos constituyamos en jueces de los demás.
Lectura del libro del Eclesiástico. Eclo 27, 4 – 7
CUANDO se agita la criba, quedan los desechos;
así, cuando la persona habla, se descubren sus defectos.
El horno prueba las vasijas del alfarero,
y la persona es probada en su conversación.
El fruto revela el cultivo del árbol,
así la palabra revela el corazón de la persona.
No elogies a nadie antes de oírlo hablar,
porque ahí es donde se prueba una persona.
R/. Es bueno darte gracias, Señor. Sal 91, 2-3. 13-14. 15-16
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo;
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad. R/.
El justo crecerá como una palmera,
se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios. R/.
En la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
mi Roca, en quien no existe la maldad. R/.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios
ΗERMANOS:
Cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita:
«La muerte ha sido absorbida en la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?».
El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado, la ley.
¡Gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!
De modo que, hermanos míos queridos, manteneos firmes e inconmovibles.
Entregaos siempre sin reservas a la obra del Señor, convencidos de que vuestro esfuerzo no será vano en el Señor.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas. Lc 6, 39 – 45
EN aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola:
«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?
No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.
¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Hermano, déjame que te saque la mota del ojo», sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.
Pues no hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos. El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; por-que de lo que rebosa el corazón habla la boca».
Oración de los fieles:
- Por la Iglesia, para que crezca en atracción, no por proselitismo ni palabras huecas, y recorra el camino de la ternura, de la cercanía y de la reconciliación. Roguemos al Señor.
- Por nuestros políticos, para que sus palabras no sean vanas, sino fruto de la bondad y de la opción por los más débiles: Roguemos al Señor.
- Por quienes sufren las consecuencias de un mundo polarizado que produce odio, separación, desconfianza, para que sepamos devolverles la esperanza con nuestra cercanía y ternura. Roguemos al Señor.
- Por nosotros para que no aparentemos lo que en el fondo del corazón no somos ni tenemos. Roguemos al Señor.
- Por todos aquellos que llevan hoy la cruz de Jesucristo, para que nunca pierdan la esperanza. Roguemos al Señor.
- Por los que formamos la comunidad de San Hilario, para que nuestras palabras no hieran a nadie, no generen dolor ni división y sepamos decir y vivir en verdad, que es Jesucristo. Roguemos al Señor.
Oración después de la comunión:
Mirar como Tú miras,
con ojos claros y limpios,
comprendiendo siempre al hermano:
Coherencia.
Saberse discípulo,
no tenerse por maestro,
y gozar del aprendizaje diario:
coherencia.
Almacenar bondad en el corazón,
cultivar una solidaridad real
y sentir que os desborda el bien:
coherencia.
Reconocer que no todo es tierra firme,
construir sobre roca nuestra casa,
no tener miedo a huracanes y riadas:
coherencia.
Admitir la pequeñez y los fallos propios,
extirpar la viga de nuestro ojo,
no humillar al hermano por no ser como nosotros:
coherencia.
Poner por obras tus palabras,
hablar con el lenguaje de los hechos,
olvidarse de máscaras y apariencias:
coherencia.
Coherencia, Señor,
de un aprendiz de discípulo
que a veces se atreve a tenerte por maestro.