Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario ciclo C

Ambientación inicial:

Bienvenidos a la celebración de la eucaristía, acción de gracias por excelencia. La liturgia de este domingo nos interpela sobre nuestras actitudes y comportamientos de gratitud, de agradecimiento. Jesús echa en falta algo que también nosotros echamos en falta en nuestra sociedad, la cultura del agradecimiento. Hay cosas en la vida que ni son derechos ni son deberes: son regalo, nos llegan gratuita y desinteresadamente. Dispongámonos a recibir el regalo que Jesús nos hace, un día más, en la eucaristía.

Rito del perdón:

  • Por las veces que no reconocemos lo mucho que recibimos gratuitamente. Señor, ten piedad.
  • Por no dar tiempo a decir, “permiso, perdón y gracias”. Cristo, ten piedad.
  • Por las veces que actuamos esperando ser correspondidos. Señor, ten piedad.

Ambientación a la Palabra:

La fuerza salvadora de Dios se manifiesta en cosas pequeñas, por mediadores y testigos, como ocurre con el profeta Eliseo y Naamán el sirio.
San Pablo dice a Timoteo que la Palabra de Dios no está encadenada, solo la cobardía de evangelizador puede anularla. Jesús, en el evangelio, se lamenta de que sólo uno de los diez leprosos curados reconozca la acción salvadora de Dios y vuelva a dar gracias.

Lectura del segundo libro de los Reyes.

EN aquellos días, el sirio Naamán bajó y se bañó en el Jordán siete veces, conforme a la palabra de Eliseo, el hombre de Dios. Y su carne volvió a ser como la de un niño pequeño: quedó limpio de su lepra.
Naamán y toda su comitiva regresaron al lugar donde se encontraba el hombre de Dios. Al llegar, se detuvo ante él exclamando:
«Ahora conozco que no hay en toda la tierra otro Dios que el de Israel. Recibe, pues, un presente de tu siervo».
Pero Eliseo respondió:
«Vive el Señor ante quien sirvo, que no he de aceptar nada». Y le insistió en que aceptase, pero él rehusó.
Naamán dijo entonces:
«Que al menos le den a tu siervo tierra del país, la carga de un par de mulos, porque tu servidor no ofrecerá ya holocausto ni sacrificio a otros dioses más que al Señor».

R/.      El señor revela a las naciones su salvación

Cantad al señor un cántico nuevo,
Porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
Su santo tu brazo. R/.

El Señor da a conocer su salvación,
Revela a las naciones su justicia .
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
A favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al señor, tierra entera;
Gritad, vitoread, tocad. R/.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.

QUERIDO hermano:
Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, nacido del linaje de David, según mi evangelio, por el que padezco hasta llevar cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada.
Por eso lo aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen la salvación y la gloria eterna en Cristo Jesús.
Es palabra digna de crédito:
Pues si morimos con él, también viviremos con él;
si perseveramos, también reinaremos con él;
si lo negamos, también él nos negará.
Si somos infieles, él permanece fiel,
porque no puede negarse a sí mismo.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

UNA vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».
Al verlos, les dijo:
«Id a presentaros a los sacerdotes».
Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.
Este era un samaritano.
Jesús, tomó la palabra y dijo:
«¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?». Y le dijo:
«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».

Oración de los fieles:

  • Por la Iglesia, para que muestre siempre el rostro misericordioso de Dios y sepa defender el don de la vida allí donde está amenazada de muerte. Roguemos al Señor.
  • Por los gobernantes, para que tomen conciencia del alcance de sus decisiones que afectan a miles de personas, Roguemos al Señor.
  • Por los marginados y excluidos, para que encuentren hermanos que sepan acogerles generosamente y manifestar así que tu amor no conoce fronteras. Roguemos al Señor.
  • Por tofos nosotros, para que sepamos agradecer tu amor gratuito amando gratis al prójimo. Roguemos al Señor.Por nuestra comunidad cristiana, para que sea espacio de salvación y acción de gracias. Roguemos al Señor.

Oración después de la comunión

“POR LO QUE HA SIDO Y HA DE SER”

Por lo que me has dado,
por lo que he descubierto,
por lo que he vivido,
por lo que hemos compartido,
por lo que hemos gozado,
por lo que hemos regalado,
por esos huellas y surcos,
por las heridas ya curadas,
por tantas ausencias y presencias,
por todo lo que ha sido, GRACIAS:

A los sueños acumulados,
a las semillas embreadas,
a las flores abiertas,
al amor anhelado,
a la vida engendrada,
a la convivencia iniciada,
a lo que está por venir, ,
a los gozos y a las lágrimas,
a los frutos de esperanza,
a todo lo que ha de ser, Sí.